¿DÓNDE ESTÁN LOS NIÑ@S?
Parece que la cosa va “normalizándose”
Ya podemos hacer casi de todo, poco a poco vamos volviendo a nuestras vidas, en otras circunstancias, con otros matices, afrontando nuevos retos, de otra manera pero vamos recuperando la actividad, parece que todo vuelve a la «normalidad»…. menos para l@s niñ@s.
Hace 3 meses que dejaron su vida aparcada, sus rutinas, sus horarios, sus pupitres, sus columpios, sus deportes, sus fiestas, a sus profes, a sus abuel@s a sus tí@s y prim@s y también… a sus amig@s, la compañía de iguales con los que compartir juegos y experiencias.
Demasiado tiempo confinados viviendo una realidad paralela que nada tiene que ver con sus vidas , demasiado tiempo delante de pantallas, que han pasado de ser nuestras aliadas, a ser un verdadero problema por la gran dependencia que les ha creado, se aburren en la calle, no quieren salir ,no saben a que jugar , tienen miedo, apatía…
l@s niñ@s necesitan relacionarse con “cierta libertad” URGENTEMENTE.
Nos hemos olvidado de ell@s, sus actividades prácticamente no entran en el plan de desescalada; la hostelería el turismo, la construcción, el comercio….todo está funcionando pero de momento no sabemos que pasará con los deportes, actividades y juegos…de l@s niñ@s.
Nosotros sí podemos sentarnos con amigos en terrazas incluso sin mascarilla y comentar lo duro que está siendo todo y tenemos que hacerlo con l@s niñ@s a nuestro lado escuchándonos hablar de enfermedad, de muertos, de crisis… porque no saben qué hacer, porque molestan si juegan al balón, porque los parques infantiles están cerrados, porque es peligroso juntarse con otr@s niñ@s.
Parece que en ell@s está el problema, son l@s asintomátic@s que contagian, y en su confinamiento debe estar la solución, fueron los primeros en dejar su actividad y serán los últimos en volver.
Nos creemos que ell@s pueden con todo y desde luego están demostrando tener más paciencia y entereza que much@s adult@s, pero algun@s están empezando a despertar en un mundo que no reconocen y en el que no se sienten a gusto porque no ha quedado espacio para ell@s.
Veremos a ver en qué condiciones físicas y psicológicas vuelven a la “normalidad” y también veremos si cuando llegue el momento la sociedad está a misma altura de entender y atender sus necesidades de la misma manera que ellos, sin ser responsables absolutamente de nada, están entendiendo y atendiendo las nuestras.